martes, 12 de mayo de 2015

El trilema de Nácher y el fin del euro


La situación de Europa y los conflictos que se están desarrollando en su seno, y sobre todo, los estados estables a los que podemos aspirar, de forma realista, en el seno de Europa, se pueden representar mediante un trilema. En un trilema, nos encontramos tres proposiciones aparentemente favorables, pero sólo dos de ellas son posibles al mismo tiempo. En el caso de Europa, las proposiciones son, mantener una moneda única, mantener la democracia y mantener las finanzas, públicas y privadas, separadas e independientes (sin mutualizar parcialmente) entre los países miembros de la moneda única.

No estamos diciendo nada nuevo, estamos representando de forma sintética algo sobre lo que se han escrito ya ríos de tinta. El trilema, que podríamos llamar trilema de Nácher (puede parecer pretencioso, pero aunque no sea algo nuevo, en nuestra sociedad el primero que llega se queda con el nombre, y bueno ¿qué queréis? mi objetivo es tener la máxima repercusión posible), podría expresarse así:

Europa no puede tener al mismo tiempo una moneda única y sistemas políticos democráticos, siendo al mismo tiempo las finanzas de cada país relativamente independientes del resto, es decir, que reflejen sobre todo su situación económica y las expectativas creadas por sus políticas.

Esto quiere decir que en Europa nos moveremos inexorablemente entre tres estados estables:

Moneda única, y no mutualización, ni siquiera parcial, de deudas públicas y privadas, lo que implica que no puede mantenerse la democracia. Aquí no hablamos de una democracia formal, con votaciones entre una agenda de opciones predeterminada, o democracia del consumidor, sino de una democracia con algo de soberanía, capaz de tomar, aunque sea parcialmente, sus propias decisiones. Es uno de los polos hacia los que oscila el caso griego. Sí, se les ha prestado dinero, para salvar a los acreedores, y se les ha hecho alguna quita, pero se suspendió el referéndum Papandreu, y se le quitó de en medio, y ahora se dice que el programa de Syriza es utópico o populista. En definitiva, para mantener el euro y la independencia entre las deudas públicas y privadas de los distintos países, se restringe al máximo la soberanía y la democracia griega.

Independencia entre las deudas de los países y democracia, lo que implica la ruptura del euro.

Moneda única y democracia, lo que implica mutualización parcial de las deudas.